Colecho (Cama Familiar)
Por Heidi Balvanera / Viernes 2 De Marzo De 2012
…¡Adivinen qué! ¡Ha llegado el momento! (muy a mi pesar) ya es hora de que Elena se mude a su cuarto…
Me parece que todas las mamás llegamos a este momento donde nos preguntamos:
¿Qué es lo mejor para nuestros hijos?
¿Cuándo debo de pasar a mi bebé a su cuarto?
Hace ya un mes el pediatra me lo sugirió, me dijo que era importante tanto para el desarrollo de Elena como también para su papá y para mí que tuviéramos nuestro espacio, ¡claro que ya me conocen! Durante este tiempo inventé miles de pretextos para no pasarla todavía a su recámara.
Primero prometí que una vez que consiguiera el colchón “antireflujo” la cambiaría, cuando lo recibí, me dije que todavía no podía porque no había lavado las sábanas… ¡Así he estado! Un pretexto después de otro, postergándolo día con día.
De plano decidí que el día que Elena cumpliera cuatro meses se iría a dormir a su cuarto. Como ya saben han pasado más de 5 días de su cumple mes y no lo he podido hacer… ¡jajaja!
Creo que ahora sí se me acabaron los pretextos… pero tengo que aceptar que no me siento segura de dar ese paso, así que me sumergí en internet en busca de información sobre el famoso “colecho”… Sus pros y sus contras y, por supuesto, las distintas opiniones y estudios sobre el tema que, aunque es sencillo, lo hacen parecer muy complicado… ¡O no sé! Probablemente así lo quiero ver yo para encontrar otro pretexto y así posponer una vez más esta dura separación de mi hija.
El colecho o cama familiar es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores, ya sea en la misma cama o en una cuna que se empotra a la cama. También se considera colecho que el bebé, aunque este en su cuna, duerma en la misma habitación.
Lo que me sorprendió es que buscando info sobre el colecho encontré que las opiniones del mismo ¡son muy apasionadas! O están totalmente de acuerdo o completamente en contra y, lo más curioso, es que ambas opiniones se basan en “estudios”, o sea, ¡nada de medias tintas! ¡Pues así cómo! ¡¡¡De por sí me siento confundida!!! jajaja
Los expertos que están a favor del colecho opinan que genera un lazo especial entre los padres y sus hijos, aseguran que a los bebés les da mucha tranquilidad y también autoestima además de que baja el riesgo de SMIS (síndrome de muerte infantil súbita), el bebé se acostumbra al ritmo de la respiración de la madre dentro del útero e inclusive después del nacimiento, la madre continúa funcionando como un marcapasos de respiración, recordando al bebé que debe respirar.
En Japón, donde es una costumbre que desde pequeños los hijos duerman con los padres, ni siquiera conocen el término “muerte de cuna”. Al parecer cuando un bebé duerme con su mamá regula los patrones de sueño de ambos además de que facilita la lactancia.
Por ahí de las 7 am me ha dado por acostar a Elena en mi cama, (obviamente con todas las normas de seguridad) ¡no saben como descansamos las dos! A veces (y cuando mi itinerario me lo permite), Elena no despierta hasta las 11 am, me queda claro que esta práctica tiene sus beneficios.
Normas de seguridad para el colecho:
-Evitar el consumo de alcohol, tabaco, cualquier tipo de droga o medicina.
-Limitar el uso de cobijas y almohadas en la cama.
-Se sugiere que los primeros meses el bebé no debe dormir entre los padres, sino solo junto a la mamá ya que generalmente ella está más consciente del bebé ya que ha tenido 9 meses para asimilar la presencia de este, mientras que el papá apenas comienza a acostumbrarse.
Por otro lado, los especialistas que están en contra de esta práctica, opinan que tanto padres como hijos necesitan su espacio y que, entre más pronto se duerma el bebé en su cuarto, más fácil será el desprendimiento y el acostumbrarse a su independencia.
También afirman que el colecho genera niños inseguros y dependientes que tienden a ser berrinchudos y de mal carácter.
Después de tener un bebé, los papás necesitan regularizar sus patrones de sueño (generalmente la pareja no llega a tener sueño profundo por escuchar a su bebé por las noches) y es de gran importancia que también recobren su intimidad lo antes posible.
Muchos pediatras sugieren el colecho ocasional pero máximo hasta los 5 años de edad. Esto quiere decir que si tu hijo(a) de 3 años te llega a brincar a tu cama en la mitad de la noche no debes sentirte culpable ni tampoco mandarlo de regreso a su cama. =)
A mí me parece que el colecho es bueno si no se hace en exceso. Como en todo, los excesos son dañinos.
Creo que cada mamá debe decidir cuándo desea cambiar a su bebé de cuarto basándose en la personalidad de su bebé y en el estilo de vida que rodea a la familia.
Siempre lo he dicho, cada bebé es distinto y algunos consejos, por más buenos que sean, no necesariamente funcionan en todos los casos.
También es importante escuchar a los especialistas que conocen a tu bebé, (como el pediatra) ya que tienen una relación con el bienestar de nuestros hijos.
Por mi parte, me parece que está bien si todavía me espero un par de semanas en cambiar a Elena a su cuarto… Después de todo, sólo podemos disfrutar de esta etapa una sola vez… Y sí, ¡se va de volada!
Fuente : http://blogs.quien.com
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