Powered By Blogger

viernes, enero 27, 2012

''Yo… Mujer'' Nueva Columna De #CrónicasDeUnaMamáNovata Por @HeidiBal .Gracias Hei Por la Luz De Tus Columnas .cc @Quien


Yo ....Mujer !!!
Por Heidi Balvanera / Viernes 27 De Enero De 2012


Desde el momento en el que aparecen esas dos rayitas en la prueba de embarazo tu vida cambia totalmente y desde ahí tienes que ajustar tu estilo de vida… Tu dieta, tus horarios y empezar a ver por la salud y el bienestar del bebé. La vida a la que estás acostumbrada se comienza a transformar, desde luego que para bien y de una manera increíblemente positiva.
Así pasas los meses de embarazo, enfocada al 100% en tu bebé y cuando nace, además de quererlo y cuidarlo, también nace con él ese sentimiento abrumador de responsabilidad.
Quieres cuidarlo del mundo, no quieres que experimente el dolor, inmediatamente llega con certeza el pensamiento de que harás cualquier cosa por protegerlo… Así es… Convertirte en madre revoluciona tu existencia y en parte, ¡de la gente que te rodea!
Desde que empieza la gestación, tu hijo(a) se vuelve el foco de atención y en la mayoría de los casos, nosotras mismas nos ponemos en segundo plano (o ni siquiera figuramos en el mapa).
Después de pasar esa montaña rusa de hormonas, es normal que cuando nace el pequeño, de repente nos sintamos un poco desubicadas y es que… tenemos meses de haber puesto en “pausa” nuestras necesidades como mujeres. Obviamente como mamá, nuestros bebitos son la prioridad pero no debemos olvidar que como el bienestar de nuestro hijo depende de nosotras, nosotras también debemos de estar bien.
Es como la regla de seguridad en los aviones: “Primero te pones tú la máscara y después se la pones a tu hijo”. Considero que es una regla muy importante de supervivencia y una lección de vida para nosotras las madres. No podemos ni debemos descuidarnos ni desconectarnos tanto de “nuestra esencia” por nuestros hijos, porque si nosotras no estamos bien… ¡ellos tampoco!
Por eso quiero dedicar esta columna a hablar de nosotras… Todos esos sentimientos con los que nos encontramos a lo largo de la experiencia de ser mamás pero no a través de los ojos de madre, sino de mujer.
El embarazo es un proceso muy fuerte física y emocionalmente para una mujer pero particularmente hay tres cosas que cambian mucho y nos desbalancean…
Creo que cuando estás embarazada, ver tu cuerpo cambiar todos los días es hermoso pero ¡también es un shock! Especialmente porque después de que nace el bebé y nos vemos en el espejo lo primero que nos pasa por la cabeza es… “¿Quién es esa mujer? ¡Esa no soy yo!”. Puede ser como una crisis de identidad ¿no? Que tal cuando entras a tu closet y ¡no te queda nada! ¡¡¡jajaja!!! Sientes que estás en el closet de una mujer infinitamente más delgada que tú y que no tienes que ponerte.
Yo de plano me auto prohibí comprarme ropa de talla más grande y estoy enfocada en una meta… Regresar a mi talla.
Inconscientemente pensamos que una vez que nazca el bebé nuestro cuerpo regresará a la normalidad… ¡Y es verdad! Pero no es un cambio de la noche a la mañana, hay que ser muy disciplinadas para poder lograrlo. Si nuestro cuerpo se modifica y acopla durante nueve meses para darle el espacio que necesita la creación de una vida, pues también necesita tiempo para regresar a ser el de antes.
Irónicamente, cuando estás amamantando no puedes hacer dietas… jejeje! No saben el hambre feroz que me da! Me alimento como naufraga después del rescate! Ni hablar… la dieta tendrá que esperar pero, desde los 15 días después de que nació Elena, empecé a hacer ejercicio.
Le estoy echando muchísimas ganas y poco a poco… ¡ahí voy!
Otra cosa que podemos perder en el camino cuando nos embarazamos es el “mojoe” de ser mujer. Como que dejas de sentirte sexy, (más bien entras en “actitud mamá”), esa parte de ti la pones a un lado y luego no sabes como recuperarla. Se vale ser mamá sexy chicas… no porque tuvimos un bebé tenemos que bajarle 10 centímetros a nuestras faldas o dejar de usar tacones.
Yo sé que por la falta de tiempo es más difícil rasurase bien las piernas, ponerte una mascarilla, etc.; pero es importante que otra vez te sientas una mujer atractiva.
Esto es todo un reto porque apenas y tenemos tiempo para dormir pero, no nos acostumbremos a ser siempre la mamá despeinada con el trapi para el vomito en el hombro. ¡Hay que trabajar en nuestra feminidad! Después de todo… nuestra sensualidad es lo divertido de ser mujer. =)
¡Encuentra tiempo para ti! Siempre arréglate aunque no salgas de casa. Es un hecho que como te ves, te sientes… Arreglarte definitivamente te subirá el autoestima y te pondrá otra vez en contacto con tu sensualidad.
Otra cosa que no debemos hacer es sacrificar lo que nos gusta por habernos convertido en madres.
Conozco mujeres que son “workaholics” y para ellas, las semanas que se ausentan de la oficina después de dar a luz ¡se vuelven un martirio!
No es que sean malas madres, simplemente su trabajo es parte de su personalidad, “Working Mommy”. Están de acuerdo que más vale “mamá feliz en la oficina y bebé en casa con nana” que “mamá infeliz en casa con bebé”?
No olvidemos ni dejemos atrás lo que nos definió como personas por cumplir con nuestro trabajo de madres, podemos ser ambas cosas.
Entiendo que en la vida hay prioridades pero es sumamente importante que te sientas realizada como mujer para ser una buena madre, no olvidemos que todos nuestros sentimientos y nuestra energía se la transmitimos a nuestros bebés y lo más importante es que nuestros angelitos estén en paz y sintiendo eso que nosotras les transmitimos
Nadie ha experimentado esta vivencia de tener un bebé como lo haz hecho tú, ni siquiera tu pareja. Tu sabes lo que necesitas para estar bien contigo misma y ser una buena mamá, por eso confía en ti y en tus sentimientos. ¡Así verás que siempre estarás en el camino correcto!
Como mamás haremos lo que sea por nuestros hijos, porque nuestra felicidad es la de ellos y viceversa pero trata de ¡no olvidarte de ti! Observa todos los días como te sientes y cubre tus necesidades como mujer.
Si después de convertirte en mamá estás experimentando sentimientos de tristeza o depresión acércate a tu gente querida y desahógate o ve con un especialista, lo más importante es que sepas que no estas sola y ¡que es normal!

Heidi


Quien.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario